Por: Samira Morillo Ogando, MA.
La mujer es un ser excepcional, madre, esposa o pareja, trabajadora, administradora y sostén emocional del hogar. No se puede olvidar que su principal rol es ser mujer ¨, con su identidad y femineidad, con características peculiares que la convierten en un gran ser humano. Es totalmente independiente, posee las condiciones óptimas para enrumbar y lograr cualquier tipo de proyecto con talento y dedicación.
Por varios siglos el 8 de marzo se celebra el Día Intencional de la Mujer, en la búsqueda de la igualdad y la no discriminación fue declarado por la ONU como el Día Internacional de los Derechos de la Mujer. Motivado a esto, está siempre ha ido conquistando su espacio y el rol que le corresponde en la sociedad, ha ocupado diferentes funciones en las esferas sociales: en el ámbito político, académico y cultural.
Pero aun así, en esta sociedad se le vulneran sus derechos, negándole sus oportunidades, siendo objeto de maltrato a todos los niveles, lo que le ha permitido vivir en estado de sumisión, interrumpiéndole alcanzar su desarrollo pleno. Esta situación se pone en evidencia, en el texto ¨La mujer¨ ,escrito por el Ilustre profesor Juan Bosch, donde narra el atropello que fue víctima una mujer por su esposo Chepe ,la cual tuvo que mentir para proteger a su hijo defendiéndole el derecho de la alimentación.
En la República Dominicana se han realizados incalculables esfuerzos para que la mujer ocupe los espacios que le corresponde. Fruto de estos, se crea el Ministerio de la Mujer, el cual tiene su origen en la Dirección de Promoción de la Mujer, institución que fue creada mediante Decreto Núm. 46, del 17 de agosto de 1982, y que colocaba a la misma como una dependencia de la Presidencia de la República. En fecha 11 de agosto de 1999 y ante la necesidad de crear un organismo del Estado que dirija, racionalice y articule los esfuerzos relacionados con la promoción de la igualdad y equidad de género de las diversas instituciones gubernamentales existentes y que coordine esfuerzos con instituciones de la sociedad civil, se promulga la Ley Núm. 86-99 que crea la Secretaría de Estado de la Mujer.
Aparentemente, la sociedad está preocupada por la situación de la mujer, externada en los diferentes medios y espacios sociales y políticos pero cuando se llega el momento de asumir puestos de relevancia se observa que se le ponen todas las cortapisas posible.
Un hecho palpable, es el sucedido recientemente con la Doctora Mirian Germán Brito, Presidenta de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, aspirante al Consejo Nacional de la Magistratura, la cual fue víctima de ultraje por parte del Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez Sánchez. Acción, que ha conmovido la población dominicana en todas las esferas sociales, por lo que ha sido objeto fuerte de críticas.
En fin, son varios los casos en los que la integridad de la mujer se ha visto afectada, publicando cada año centenares de feminicidio, mujeres que han sido abatida por sus verdugos, causándole esto daños irreparables, emocionales y psicológicos a los familiares. Siendo así, en estos momentos es preciso preguntarse. ¿Hasta cuándo la mujer tenga que seguir mendingando lo que por ley le corresponde? ¿Cuál es el tipo de hombre que está formando la familia y la escuela? ¿Qué es lo que está pasando con los valores éticos y morales que se deben fortalecer en la sociedad? ¿Las instituciones encargadas de formar la sociedad están desempeñando el verdadero papel que le corresponde?
Por lo que es hora de conjugar el discurso con la acción y de decir: basta ya, mujer rompe con el silencio, únete, todas juntas construiremos un país mejor, libre de violencia, sin discriminación, igualdad de género. El país que soñamos y deseado por todos los dominicanos y dominicanas.
