SANTO DOMINGO, República Dominicana: – Como ministro y vocero evangélico, el reverendo Domingo Paulino Moya analizó de cerca los movimientos geopolíticos globales y reiteró que los creyentes en el Señor, en cuya vida social descansan los valores conservadores del mundo, se sienten “muy preocupados” por el silencio que, al regresar del recién concluido Foro de Davos, guarda la señora vicepresidenta de la República, Raquel Peña.
En ese sentido, afirmó que hay “serias preocupaciones” del rebaño cristiano por la participación de Peña en ese foro mundial, ya que “la élite globalista procura legalizar como normales pecados tan graves como la pedofilia, el aborto, las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo”.
En nota de prensa, añadió que la vice Raquel Peña debió aprovechar su presencia en la basílica de Higüey frente a monseñor Osoria, “como un lugar oportuno para que rindiera cuentas al país de lo se trató y se acordó en Davos”, donde ella participó representando al país.
Paulino Moya expresó que la participación del Gobierno dominicano en ese cónclave, donde los convocantes ya proponen públicamente que la pedofilia, el aborto y el sodomismo sean legales, está obligado, según la Constitución, “a dar una clara explicación a la nación, pues el presidente Abinader sabe que gobierna una población de fe cristiana”.
“El electorado cristiano del país espera que el Gobierno explique de forma oportuna y haga de conocimiento público todos los asuntos firmados o acordados en ese foro mundial, cuyos convocantes forman “una élite contraria a la libertad y fe dejada por Jesucristo”.
Dijo que no edificar con una explicación verdadera al pueblo dominicano después de su estadía en Davos, Suiza, es “una desconsideración inaceptable y preocupante a los hombres y mujeres de fe cristiana y a todo el país”.
Agregó que la vicepresidenta de la República “no debe tratar los acuerdos y tratados en ese cónclave como si fuera un secreto de Estado, ni como un asunto de carácter empresarial personal, pues los acuerdos y las decisiones que se tomaron allí, comprometen el carácter social, económico y político de un segmento social de mayoría cristiana y del pueblo dominicano en general, ya que vive en comunión con los valores conservadores de creer en un Dios omnipotente”.
El civilista cristiano manifestó que si la vicepresidenta y el Gobierno optaran por no declarar al país los tratados y convenios que Estado dominicano asumió en su persona en ese foro, “dejaría en un limbo el mandato constitucional, además de que provocaría dudas sensibles en la conciencia de cada dominicano y dominicana, lo que hará menguar la confianza que podría tener en ella el electorado para su aspiración en el 2024”.
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