NUEVA YORK – Ahora que la saga de Carlos Correa quedó en el pasado, los Mets pueden seguir adelante con el resto de su temporada baja. La mayor parte de su negocio ya está completo, ya que tuvo lugar durante un bombardeo de diciembre en el que el propietario Steve Cohen desembolsó casi 500 millones de dólares en contratos garantizados.
Pero pregúntele al gerente general Billy Eppler, y le dirá que la oficina central no necesariamente está lista. Aquí hay tres conclusiones de la conferencia telefónica de Eppler con los periodistas el martes:
Los Mets siguen buscando ayuda en múltiples áreas
Cuando se le preguntó específicamente sobre la ayuda en los jardines y el bullpen, Eppler respondió así:
“Todavía estoy involucrado en el mercado, hablando con la representación en ambos espacios, tanto en los jardines como en el bullpen. Queda por ver si algo llega a buen término… Pero definitivamente todavía tengo las conversaciones”.
Los Mets ya poseen lo que Eppler llamó “una alineación fuerte y profunda”, pero como sugirió su búsqueda de Correa, hay espacio para mejorar. Aunque nadie como Correa sigue dando vueltas por el mercado, veteranos como Jurickson Profar y Adam Duvall podrían complementar su alineación. También quedan algunos relevistas de impacto, incluido el zurdo Andrew Chafin.
“Esto es evidente”, dijo Eppler, “y lo he dicho en el pasado en relación con cualquiera de las áreas de la organización: siempre se puede ser mejor”.
Llegan las prórrogas de Pete Alonso y Jeff McNeil … o no
Eppler cortésmente descartó una pregunta sobre las posibles extensiones de contrato para Alonso y McNeil, dos estrellas locales a las que les quedan dos años bajo el control del equipo. La ventana para asegurar a cualquiera de los jugadores en un acuerdo amistoso con el equipo probablemente se cerró hace varios años, antes de que Alonso y McNeil se establecieran como bateadores de medio orden en su mejor momento. Pero los Mets aún deberían tener interés en discutir nuevos contratos para ambos, considerando su importancia para la franquicia.
La pregunta es si esas extensiones pueden ocurrir de manera realista en este momento. Desde la perspectiva de los Mets, Cohen simplemente infló la nómina del club a un nivel histórico, en algunos casos aplazando el dinero para minimizar su desembolso del Impuesto de Equilibrio Competitivo . Dado todo eso, no tiene mucho sentido financiero asegurar a Alonso a un acuerdo más rico cuando está ganando solo $14.5 millones esta temporada , o negociar con McNeil, quien podría recibir menos de la mitad de ese total a través del arbitraje.
Alonso en particular ha sido efusivo en su amor por Nueva York, pero es importante recordar que los negocios son los negocios; tampoco tiene muchos incentivos, después de una temporada de 40 jonrones, para aceptar algo menos que el valor total de mercado de un primera base de primer nivel. (Freddie Freeman y Matt Olson establecieron ese mercado con un contrato de seis años y $162 millones y un contrato de ocho años y $168 millones, respectivamente, la primavera pasada, y Alonso seguramente pedirá más).
Esa es una forma larga de decir que el silencio de Eppler el martes dijo mucho, al igual que Alonso cuando se le preguntó sobre una posible extensión en un evento de caridad en Tampa el fin de semana pasado. (¿Su consejo? Pregúntele a mi agente).
No descarten a Eduardo Escobar
Cuando Correa firmó con los Mellizos en lugar de los Mets la semana pasada, la suposición fácil en Flushing era que el prospecto No. 2 de los Mets, Brett Baty, podría beneficiarse al convertirse en el antesalista de tiempo completo de Nueva York. Aunque no tan rápido. Si bien Baty seguramente tendrá la oportunidad de competir por el puesto en los entrenamientos de primavera, Eppler advirtió que el titular Escobar sigue siendo una parte importante del equipo.
“Le recordaré a la gente que Escobar tuvo un año muy fuerte el año pasado, y la convocatoria de Brett nació de la necesidad”, dijo Eppler, refiriéndose a una serie de lesiones que llevaron al equipo a ascender a Baty antes de lo previsto. “No quiero pronosticar lo que vendrá a finales de marzo. Por eso vamos a bajar a Port St. Lucie, y por eso vamos a ver lo que vemos”.
Escobar conectó 20 jonrones el año pasado, pero fue mucho más efectivo contra los lanzadores zurdos, lo que sugiere una posible solución en la que él y Baty se unen para comenzar la temporada. Estas situaciones tienen una forma de resolverse por sí solas, pero una cosa está clara: no es el momento de coronar a Baty todavía, mientras Escobar todavía esté presente.
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