Esta empresa, presidida por el pastor evangélico de Santiago, Miguel Ángel Genao Cabrera, le vendió sueños a través de supuestos proyectos de apartamentos a innumerables familias que luego de entregar cuantiosas sumas de dinero en dólares y pesos dominicanos esperaban convertirlos en realidad; sin embargo, tras un largo tiempo de espera, sus sueños se convirtieron en una gran pesadilla. Fueron engañados.
República Dominicana: La complicidad de los gobiernos peledeístas, patrocinada por Leonel Fernández y Danilo Medina, dejó en la orfandad a cientos de dominicanos (as), residentes en el país y el exterior que trabajaron durante años con el sueño de lograr un techo propio y esos sueños se los convirtieron en pesadillas al ser estafados con cientos de millones de pesos.
Arconim Constructora, razón social constituida legalmente el 29 de abril de 1999, con registro RNC 102344991, fue la promotora de decenas de proyectos habitacionales en Santo Domingo y Santiago, bajo el auspicio de los gobiernos presididos por los entonces presidentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Leonel Fernández Reyna y Danilo Medina Sánchez.
Esta empresa, presidida por el pastor evangélico de Santiago, Miguel Ángel Genao Cabrera, le vendió sueños a través de supuestos proyectos de apartamentos a innumerables familias que luego de entregar cuantiosas sumas de dinero en dólares y pesos dominicanos esperaban convertirlos en realidad; sin embargo, tras un largo tiempo de espera, sus sueños se convirtieron en una gran pesadilla. Fueron engañados.
Las estrategias de ventas argumentadas por los ejecutivos de esta constructora, se escondían bajo la sombra de la mentira mediante contratos leoninos, articulados por engañifas. Lo grave y lamentable de la estafa es que nace de las menospreciadas entrañas de un personaje que promueve la palabra de Dios, como Genao Cabrera.
Mediante el contrato de separación de inmueble número 3902, el 08 de diciembre de 2015, Arconim Constructora acordó con el autor de este artículo, entregarle, un año después del pago inicial sin intereses (15/03/2017), el apartamento que acordamos en un segundo nivel del jardín número siete del Residencial Allegro II, ubicado en la calle Yapur Dumit, zona universitaria de la ciudad de Santiago, razón social que nunca se terminó y; por tanto, tampoco se entregó, hasta que la susodicha compañía se declaró en quiebra, alzándose con cientos de millones de pesos propiedad de los acreedores de apartamentos.
El apartamento que nos confiere era Tipo A, con una extensión de 122 metros cuadrados de construcción, 3 habitaciones, 2 baños, habitación principal con un baño, sala, comedor, área de lavado, 2 parqueos, balcón, cuarto de servicio, piso en cerámica, puerta principal en dos paneles, closet y gabinete de cocina en pino tratado, con un valor total de 2 millones 275 mil pesos, que con un bono de primera vivienda (227, 000.00), sería pagadero en 2 millones 48 mil pesos, tras generarse el pago inicial de 364,000 pesos oro dominicano.
La compañía, sustentada por el Consorcio Hernández Abreu, Construcciones S.R.L., en los primeros meses siempre enviaba imágenes, dando a conocer los avances del proyecto, específicamente los trabajos en los jardines habitacionales y se comunicaban con los acreedores, pero meses después no hubo forma de comunicarse con ellos para recibir información sobre el estatus del proyecto.
Mi esposa y yo no pudimos escaparnos de la estafa. Hicimos ingentes esfuerzos por la devolución de nuestro dinero, o en su defecto, la entrega del apartamento, pero, ¿cómo íbamos a recibir dicho inmueble, si nunca se construyó?
La empresa se declara en quiebra y los reclamos de los adquirentes fueron dirigidos a un arbitraje en componendas con el gobierno de turno y la justicia de Santiago, una muestra más de que al dominicano siempre se les vulneran sus derechos.
La justicia de Santiago se ha convertido en cómplice de este robo contra el esfuerzo de cientos de dominicanos (as) que trabajaron a capa y espada para reunir el dinero, y con ello, depositar la confianza en los ejecutivos y propietarios de Arconim Constructora, a fin de obtener su apartamento, pero todo fue una farsa extremista que constriñe al ciudadano cuando se trata de exigir se le respeten sus derechos.
Esta estafa pública y sin respuestas del gobierno y la justicia dominicana, es uno más de los tantos casos que por influencias y enllavaduras políticas se quedan en la gatera.
Fuente: https://almomento.net
