Algo que siempre se le ha atribuido a los regímenes autoritarios es adoctrinar la niñez desde la escuela. Así, nos enseñaron que Trujillo era el benefactor y padre de la patria nueva y hasta de la iglesia.
Recuerdo mi único desfile, en Santiago, y la única vez que lo vi sentado en un arco que abarcaba desde el Club Santiago hasta la Centro de Recreo, con su bicornio y traje blanco lleno de medallas y como al mirar hacia arriba tenía la sensación de estar frente a una deidad.
Ha corrido mucha agua bajo el puente y si algo hemos logrado es que se integre al currículo de la escuela dominicana la verdaderas historia de la dictadura, aunque no lo suficiente aun, de ahí que una de las dependencias más importantes del Ministerio de Educación es el de diseño curricular y desde luego la producción de textos.
Y es por eso que frente a la producción de libros de textos no puede haber ni corruptos, (los negocios de comisiones con las imprentas son de todos conocidos), ni ignorantes y energúmenos, que es lo que parece que hay cuando nos enteramos con horror, por una columna de Colombo, lo que han incluido sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua, sobre el COVID, en los libros de texto del sexto año.
Quien escribió las idioteces que ahí figuran parece ignorar que Cuba fue candidata al Nobel de la Paz porque es el único país que no solo ha enviado 31 misiones de solidaridad para el combate al COVID, a nivel mundial, lo cual le ha sido reconocido por Italia, España y múltiples países europeos, no solo del Tercer Mundo; sino que fue el único país que se atrevió a asistir al África cuando el Ebola horrorizaba a la humanidad, y preparo a sus médicos para ir a New Orleans cuando sucedió lo del Katrina y cuando Bush aun lo estaba pensando.
No se puede enseñar el refajo
Con Venezuela, ya lo he dicho, nos une un lazo irrompible. No solo acogió a la familia Duarte Diez y allá murió nuestro Padre de la Patria, sino que Bolívar, cuando aun no éramos República, se comprometió con Petion, quien lo acogió y apertrechó, a luchar contra la esclavitud en todos los países que liberó. Lo que hizo con el petróleo y su tarifa preferencial nos resolvió muchos problemas económicos.
Mi abuela advertía que no había que bajarse mucho para que no se nos viera el refajo, ahora que Trump salió del poder quizás podemos recuperar el sentido de la dignidad y librar a nuestra infancia de la probable ingratitud de los hombres, como dijo Martí.
Por lo menos esperen a ver lo que dispone Biden.
Por: Chiqui Vicioso
