Por: Rubén Moreta
El comportamiento del Presidente Danilo Medina está dejando mucho que desear. Desapareció de él todo sentido de humildad, galanura y buenas formas en el tratamiento a contrarios u opositores políticos.
Gobernar es un arte. En momentos de crisis los líderes políticos deben echar a un lado la petulancia. No se pueden creer autosuficientes. Apunto todo esto, a propósito de que los dos líderes opositores más importantes del país –Luis Abinader y Leonel Fernández- les han presentado sendas propuestas de dialogo y acercamiento al gobierno, en el contexto de la crisis nacional consecuencia de la pandemia de covid 19, las cuales han sido olímpicamente inobservadas. En sus discursos, ni siquiera por cortesía el Presidente Danilo Medina las ha respondido.
Abinader, líder del Partido Revolucionario Moderno (PRM), con un sentido de responsabilidad y dado lo incierto de la coyuntura, propuso a Danilo Medina, el 24 de marzo de 2020, que “llame a un gobierno de unidad nacional para superar la crisis sanitaria y social que padece el pueblo dominicano por la pandemia de covid 19”.
Leonel Fernández es también partidario de la unidad de todos los sectores del país, pero observó que es el actual inquilino de la casa presidencial quien “tiene que tomar la iniciativa de diálogo”. Y tiene razón. Medina es el Presidente y protocolarmente, es a quien le toca convocar el acercamiento.
El Presidente dominicano tiene que dejarse ayudar. No son tiempos de resabios, ni comportamientos sectarios. El país está necesitado de la conjunción de sus líderes, pero la tosquedad está siendo hoy la divisa del Jefe de Estado nacido en San Juan.
Se impone un ejercicio sincero de acercamiento, de unidad de todos los actores políticos, sociales y económicos para gestionar la crisis. Los que están concluyendo su período de gestión y los que aspiran a sucederle en el mando político de la república tienen que asomar hombros.
Hay que recordarle al Presidente Danilo Medina lo dicho por Ernest Hemingway: “el secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad”.
Volver a echar a andar la economía, y en sentido general, levantar la nación, no lo logrará una sola persona, por más caudillo o genio que sea, ni un solo partido político. Son tiempos de unir y sumar.
El autor es Profesor UASD.
