Por: Luis Rosario
“Eres como una espinita que se me ha clavado en el corazón”, así cantaban Los Panchos, interpretando la canción del mexicano Nico Jiménez. ¿Y quién hay que no tenga una espinita clavada en el corazón? Porque la espina clavada en el corazón es una herida difícil de curar, por ser espiritual. Los psicoterapeutas y quienes organizan retiros espirituales, tratan de sacar esas espinas y curar las heridas.
En los campos es frecuente encontrar a alguien, con una pierna sobre la otra, tratando de sacarse la espina que se le clavó o implorando la ayuda de alguien de confianza para hacer esa “minicirugía” casera.
En el mensaje del 27 de febrero, me quedó claro que la espinita que el Licenciado Danilo Medina lleva clavada en el corazón no le está doliendo, anestesiado como está por el incuestionable balance positivo, de sus ocho años de gobierno.
El señor Presidente encomia su labor a favor de la protección de la vida diciendo: “Y comenzamos por proteger la vida, reduciendo la mortalidad infantil.” ¿Hay lógica al señalar que se está reduciendo la mortalidad infantil, cuando se promueve abiertamente la eliminación de los niños en el seno materno sin consecuencias legales?
Parece que al Licenciado Danilo Medina, le importa poco que el Congreso Nacional deje cubrir de telarañas y polvo el Proyecto de Código Penal, con tal de que no se apruebe la penalización de la matanza de niños en el seno de sus madres.
Sin percibirlo aún, esa espinita está clavada en el corazón del Señor Presidente y de quienes con él quieren llevar a este país a la barbarie, con el ilusorio espejismo del progreso al que se han dedicado en alma y cuerpo.
La vida hay que protegerla desde el momento de la concepción o no hay razón suficiente para defenderla en ningún estadio de su evolución. Es muy difícil que Danilo Medina aproveche los meses que le quedan de gobierno para diligenciar en SU CONGRESO la aprobación del Código Penal sin las causales. Lo cierto es que ese tema es “como una espinita que se le ha clavado en el corazón” y sería motivo de sanación espiritual para él y para el país liberarse.
