Por MARINO BAEZ.
Un intelectual me lo dijo que Leonel no es un pendejo siempre actúa a la defensiva y no quedar fuera del juego.
La paradoja infernal de Leonel está enraizada en la actuación para mantenerse en el poder a como de lugar y sin importar con quién tenga que aliarse porque este personaje del mundo actual es como la zaga, siempre se maneja a la defensiva para obtener resultados.
Leonel Fernández no es un pendejo que cabalga haciendo campaña porque SÍ, No lo ES, siempre visualiza lo que le favorece y analiza lo que le desfavorece a los fines de ganar la partida del ajedrez, haciendo suyo el principio de Nicolás Maquiavelo: “La Política es el Arte de lo Conveniente”.
¿Por qué este principio?, sencillo, para buen entendedor poco bastan las palabras. “Aunque fuera del gobierno” desde el 16 de agosto del 2012, cuando Leonel entregó el poder a Danilo Medina, siempre se mantuvo rodeado de funcionarios, además de tener su esposa en el segundo mando del ejecutivo, o sea, no era el presidente pero tenía sus influencias.
Lo logró. Leonel Fernandez no es un pendejo. Aún fuera del PLD tiene Ministros y Funcionarios que se cobijan bajo la sombra del gobierno, mientras otros lo sustentan en las curules de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), el Tribunal Constitucional Electoral (TCE), Procuraduría General de la República (PGR), Junta Central Electoral (JCE), Congreso Nacional (CN), Camara de Cuentas (CC), sin dejar de mencionar la retahila de Jueces y Fiscales que le tapan sus actuaciones impunes y dolosas ejecutadas durante 12 años de ejercicio en la administración pública.
En esta coyuntura política donde están en juego dos procesos electorales (15 de marzo el municipal, 20 de mayo presidencial y congresual) y Leonel Fernandez “fuera del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el León, como le suelen llamar sus seguidores, se regodea al Partido Revolucionario Moderno (PRM) y a lo inverso tiene su esposa Margarita al lado del candidato gobernante, Gonzalo Castillo.
Leonel Fernández no es un pendejo, con su sabiduría y su inquina política se ha burlado de todo el conglomerado poniendo de manifiesto estrategias de marketing político, a los fines de no quedarse fuera del juego y continuar moviendo los vientos para que siempre soplen a su favor. Como diría un humilde ciudadano del campo: “Lo importante es seguir cociendo las habas, aunque sea en un fogón”.
El desplome de las elecciones municipales del 16 de febrero pasado, más que un fracaso, sirvió como marco referencial para favorecer diversos sectores, sin embargo, el gran triunfador fue Leonel Fernandez, porque ahora juega en dos partidos y ambos le favorecen. Aunque no sea el manager, pues, es uno de los jugadores y de cualquier manera ganará el campeonato.
Leonel Fernandez no es un pendejo. Un amplio porcentaje de dominicanos le cogió la seña y siguen albergando ese muladar donde moran ignorantes que venden el voto por un Pica Pollo o un Pote de Ron, dando entender que la intención es más importante que la razón; y la sinrazón de que el HOY es el significado de lo que podría ocurrir mañana.
Leonel Fernandez no es un pendejo, es considerado el político con poder mesiánico para burlarse de los de abajo mediante cinismo y sentimientos inmorales e intolerantes sin tomar en cuenta que el muro que se construye con oportunismo a final de cuenta termina desplomándose.