SANTO DOMINGO, República Dominicana: – El diputado Luis Henríquez retó al Partido Revolucionario Moderno (PRM), diciendo que si su intención es destruir el Partido de la Liberación Dominicana, que lo haga, pero debatiendo y comparando las ejecutorias de ambas gestiones. «Que nos destruyan discutiendo ideas, que nos destruyan comparando», exclamó el diputado.
Al cuestionar cuáles razones justifican los exorbitantes prestamos tomados por la vigente gestión, ¿Dónde están las mejoras del sistema educativo del país?, ¿Qué pasó con el Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1? y ¿Por qué no bajan los combustibles?, el representante de Santo Domingo Este sostuvo que un debate sería el escenario perfecto para comparar en cuál gobierno esos aspectos estaban en mejores condiciones.
Henríquez señaló que la desesperación ha llevado el partido de Gobierno a querer comprar la reelección con “sangre y fuego”, por lo que, aseguró que no le extrañaría que se susciten nuevos ataques al PLD.
«Yo creo que ese es el debate, ahí es que debemos adentrarnos y por ello es que el PRM está desesperado y van a venir más, ellos quieren comprar la reelección a sangre y fuego y yo creo que no se compite en el sistema político dominicano», comentó.
El legislador fue entrevistado en el programa «El Nuevo Diario en la Tarde», transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV, el cual fue conducido por los comunicadores Jaime Rincón y Aneudy Ramírez.
El congresista insistió en que el objetivo del partido de gobierno siempre ha sido utilizar la justicia para eliminar uno por uno los miembros del partido morado en una cacería similar al escenificada en la serie de Netflix, Juego del Calamar.
«Como el juego de calamar es eliminar hasta llegar a la cabeza, está bien, que nos eliminen, que eliminen a los diputados, que eliminen a los senadores, que eliminen a los regidores, que eliminen al Partido de la Liberación Dominicana, que con ellos estarán eliminando la democracia de la República Dominicana», indicó.
En ese orden, advirtió que el país está en la antesala de una crisis política, de la que no tiene certeza de donde va a terminar.
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