En el ascenso del presidente electo de Guatemala, Alejandro Giammattei, por la escalinata central del Palacio Nacional de la República Dominicana se advirtió una situación que debe verse en el futuro próximo: la ausencia de un ascenso más inclusivo para los visitantes oficiales.
Giammattei, quien sufrió en infancia poliomielitis, subió las escaleras relativamente rápido, pero eso no evitó que se notara el esfuerzo que debió hacer por las largas escaleras del Palacio Nacional ante el silencio propio de la formalidad del visitante.
Giammattei ha abordado el tema la discapacidad en ocasiones anteriores. Cuando ganó las elecciones en Guatemala dijo: “Me tocará ser el primer presidente con limitaciones físicas de Guatemala”, reconociendo que espera no ser el único.
En el pasado la República Dominicana tuvo a Joaquín Balaguer, quien gobernó ciego el país. Pasaron años para volver a más políticos con discapacidad en Latinoamérica, pero la barrera se ha roto en los últimos años, lo que ha permitido que tener a figuras como Lenín Moreno, presidente de Ecuador, quien perdió la movilidad en las piernas luego de un asalto en 1998 llegara al poder. También a Martha Gabriela Michetti, vicepresidenta de Argentina, que perdió la movilidad tras un accidente de tránsito en 1997, y al ministro de Salud de Colombia Antonio Navarro Wolff, quien fue víctima de un atentado.
Otro caso es el de la sorda Pilar Mina, quien es miembro del primer consejo de ciudadanos de Podemos en Valencia, y se convirtió en senadora en 2015.
Lo cierto es que la discapacidad ya no es impedimento para llegar a liderar una nación y el Palacio Nacional de la República Dominicana no debe poner impedimentos a sus visitantes de más alto rango.
Cabe destacar, que la parte trasera de Palacio, por donde entran los empleados, visitas ordinarias, periodistas, entre otro, tiene una rampa de acceso a las personas con discapacidad motora y cuenta con ascensor.
FUENTE:diariolibre.com
