Rep. Dom. Manuel Jiménez ha publicado una fotografía que encierra un mensaje bastante revelador, impactante e inquietante para los perremeístas, el Frente Amplio y el Partido Revolucionario Social Demócrata y posiblemente pleno de alegría para los peledeístas.
A simple vista, ¿Qué ve usted en esa instantánea?
- Cinco personas que parecen conversar en forma animada.
- Una mesa rectangular
- Tazas para tomar café.
- Jarra y vasos para tomar agua.
- Libros en unos estantes y
- Un espacio que parece una oficina.
¿Qué más ve?
Si Manuel Jiménez publicó este sábado esa foto, como lo hizo, algún motivo tendría.
Él no es de las personas que hacen publicaciones por “figureo”.
Manuel no es de esos.
Su publicación, un día antes de ser proclamado candidato a la Alcaldía de Santo Domingo Este por el Frente Amplio parece tener una intencionalidad, contenida en esa imagen de apariencia “inocentemente coloquial”.
O sea, que Manuel ve en ella mucho más que aquellos seis puntos mostrados arriba.
Vayamos de izquierda a derecha:
El primero de la izquierda es el regidor José Sánchez, del Partido Revolucionario Moderno (Sánchez se ha comportado en el ASDE como un excelenmte aliado del alcalde Alfredo Martínez); José Liz, alto dirigente del PRM en SDE; Roberto Fulcar, dirigente del PRM de mayor envergadura que Sánchez y Liz; Manuel Jiménez y, finalmente, José Ramón Jiménez, aspirante a regidor por el PRM en SDE.
Sánchez, Liz y José Ramón son tres perremeístas radicalizados con la idea de que el candidato a síndico de la oposición debe ser Manuel Jiménez. Nadie más.
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Los tres son fieles seguidores del pre candidato presidencial perremeísta Luis Abinader.
Y Fulcar, esta es la joya de la corona, es nada más y nada menos que la mano derecha de Abinader, por lo tanto, la forma complaciente en que los cuatro perremeístas observan a Manuel Jiménez sugiere que, por vía de Fulcar, Abinader es el verdadero líder de la fracción radicalizada dentro del PRM que auspicia la candidatura del ex peledeísta a la alcaldía.
Se entiende entonces porqué José Sánchez ha retado a la dirección local del PRM para “¡Que nos boten si nos quieren botar!”.
El sabe que cuentan con el respaldo de Luis Abinader en sus labores promocionales de Manuel dentro del PRM.
Esto se ve plasmado en esta foto, a menos que Roberto Fulcar actúe a espaldas de Abinader, algo muy difícil.
La publicación de esta instantánea confirma con crudeza el poder creciente de Manuel en las filas del PRM, sobre todo, entre los seguidores de Abinader.
El PRM parece ir rumbo a la división
La foto parece sugerir, además, que el PRM va camino de una inevitable división, al menos en el plano municipal local y, de paso, a allanar el camino de un nuevo triunfo del Partido de la Liberación Dominicana en el ASDE.
El desafío de José Sánchez de “¡Que nos boten si nos quieren botar!”, deja entrever que él cree que existe esa posibilidad y, en consecuencia, tendría un “Plan B“.
¿Porqué hacer ese reto si nadie le pidió que lo hiciera? ¿Qué conoce él que el resto de los perremeístas desconocen?
Si los expulsan, entonces se producirá la división formal localmente. Y, si siguen dentro del PRM promoviendo a Jiménez sin que este sea miembro de esa organización, entonces estarán dividiendo el partido desde dentro y serían algo así como aquel famoso caballo.
Pero esa foto dice mucho más
Los políticos dominicanos, a partir de ahora, no puede actuar como lo hacían antes de ser promulgada la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas.
Cualquier acción ejecutada por cualquiera de los dirigentes podría ser recurrida ante las autoridades electorales, si aquella violenta aunque sea un solo artículo de esa Ley.
Podría ser que en ese encuentro en el que los cuatro luisistas estaban“socializando y reflexionando los actuales y venideros procesos” junto con Manuel Jiménez, consideraran la posibilidad de que este ingrese al PRM para optar en las primarias cerradas por la candidatura a síndico por esa organización.
Si así lo hiciera, ¿Cuál sería la suerte de los partidos que le respaldan ahora para ser su candidato a síndico?
¿Mantendrán el Frente Amplio y el PRSD su respaldo a Manuel? ¿A cambio de qué? ¿Creerán ellos que la base del PRM estará dispuesta a admitir que se dividan los puestos electorales para ser asignados a los aliados de Manuel sin que tengan que presentarse a unas primarias? Me luce que esto último sería difícil.
Y si Manuel se presenta a unas primarias en el PRM y las pierde, ¿Podrá ser candidato por el FA y el PRSD y, de paso, arrastrar a los luisistas con él tal como sucedió en las elecciones del 2016?
De ninguna manera.
Si pierde las primarias en el PRM, entonces ya no podrá correr a ser candidato por el FA y el PRSD, del que ya es su candidato puesto que habrá abandonado a estos para ir al mayor partido de oposición y la Ley de Partidos le impedirá ser el candidato de aquellas organizaciones.
Y si no ingresa al PRM, entonces sería difícil que en SDE sea candidato de esa organización puesto que el otro sector que está radicalizado en la idea de la convención para elegir sus propuestas electorales no se lo permitiría.
Si Manuel no es el candidato por el PRM, ¿Repetirán los luisistas la experiencia del 2016 cuando votaron por Manuel y no por el candidato de su partido? (Esto es bastante posible).
Si Manuel es llevado de candidato por el PRM ¿Cuál será la suerte del PRSD y el FA? ¿Qué habrán ganado? ¿Qué habrán perdido?
En caso de que las cosas continúen como van, a la distancia de menos de dos años, podemos sugerir que el PLD retendrá el poder municipal, claro, a menos que el desastre sea mayor entre los morados que lo que ahora pinta en el partido “moderno”.
En pocas palabras, esta foto es bastante reveladora y plantea situaciones bastante interesantes para todas las partes involucradas, sobre todo, porque La Ley de Partidos existe y quienes vean vulnerados sus derechos correrán al Tribunal Superior Electoral.
Y llegar a las elecciones precedido de pleitos judiciales, no parece que envíe buen mensaje a los electores.
Por tanto, lo que más le conviene a ellos en este momento es resolver su lío, mientras más pronto, mejor y antes de que la enfermedad haga metástasis.
