NIAMEY: .- La junta militar en el poder en Níger desde el golpe de Estado del pasado julio dio este miércoles un plazo de 72 horas a la representante de la ONU en el país, Louise Aubin, para abandonar su territorio por el «sabotaje» que, según denuncia, ejerce la organización internacional contra las actuales autoridades. En un comunicado, el Ministerio de Exteriores comunica esta decisión y la justifica por las «maniobras» de la ONU para «dañar» a Níger constatadas por el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP), es decir, la junta militar que derrocó al presidente Bazoum Mohamed.
La nota asegura que el CNSP tomó nota, «con estupefacción», de las «maniobras furtivas» que el secretario general de Naciones Unidas orquestó, «bajo la instigación de Francia», para impedir «la participación plena de Níger en las diferentes reuniones de la 78 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas», celebrada del 18 al 26 de septiembre.
Añade que este «sabotaje patrocinado» siguió con ocasión de la Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica en Viena del 25 al 29 de septiembre; y en Riad (Arabia Saudí) en el Congreso de la Unión Postal Universal celebrado del 1 al 5 de octubre.
En el comunicado se informa de que, «ante la voluntad del secretario general de dañar a Níger y a su pueblo», el gobierno militar ha decidido ordenar a la representante de la ONU que abandone Niamey en las próximas 72 horas.
Este es el segundo representante internacional que la junta militar nigerina ordena expulsar, tras el embajador de Francia en el país, a cuya salida se resistió en un principio París, pero que acabó abandonando el territorio nigerino tras semanas encerrado en la embajada con continuas protestas frente al edificio.
Las tropas francesas empezaron precisamente a abandonar Níger esta semana después de que la junta militar anulara los acuerdos para acoger en el territorio nigerino la misión Barkhane de lucha contra el terrorismo yihadista, muy presente en la región.
Desde el golpe de Estado del pasado 26 de julio, Níger sufre además las sanciones económicas de sus vecinos del África occidental -con cortes continuos de electricidad y aumento del precio de los alimentos- y ha visto suspendida gran parte de la ayuda internacional.
El último país en hacerlo fue Estados Unidos, quien catalogó este martes de forma oficial como golpe de Estado la toma de poder militar en Níger, lo que conlleva la suspensión definitiva de los programas de ayuda al desarrollo para ese país valorados en 200 millones de dólares.
En este país, situado en la deprimida región del Sahel, un 75 % de su población sufre pobreza severa y hay decenas de miles de desplazados por el terrorismo, las inundaciones y la sequía.
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