La Administración de Alimentos y Drogas (FDA por sus siglas en inglés) autorizó el uso del plasma sanguíneo de pacientes recuperados, para tratar a los enfermos de COVID-19.
Los primeros tratamientos iniciarán en los próximos días en dos hospitales neoyorquinos, el Mount Sinaí y el Albert Einstein College of Medicine.
Primero se administrará a los pacientes de las Unidades de Cuidados Intensivos, luego al personal médico y paramédico que está en riesgo de infección.
El razonamiento es que el Plasma Sanguíneo, que no contiene glóbulos rojos, es rico en anticuerpos contra el COVID-19.
Si funciona, y ha funcionado en el pasado, es la mejor de todas las vacunas posibles, contra el Coronavirus. Está disponible ahora mismo a un costo ridículamente bajo, de acuerdo al criterio de investigadores médicos neoyorquinos.
Esperanza
El pasado lunes el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció la iniciativa y dijo que sus asesores científicos tenían mucha esperanza de que funcione. A nivel mundial más de 114,600 pacientes se han recuperado de la infección que serían los donantes de sangre para extraerle el plasma.
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