Por: Carlos Manuel Manzano.
Con cierto asombro pude ver con qué entusiasmo y algarabía celebraban los parciales del PRM la última versión de la encuesta Gallup presentada el pasado 7 de noviembre a través de los espacios de RCC Media.
Verdaderamente parecía como si se tratase de haber ganado las elecciones nacionales, las cuales están previstas celebrarse en mayo del año entrante.
No había un medio de comunicación, ya sea radial, escrito o televisivo, en donde los voceros del gobierno no se mostraran eufóricos celebrando los resultados de la encuesta, exhibiendo la misma como un trofeo ganado en alguna contienda.
Al entrar de lleno al análisis de la referida encuesta pude percatarme de que dicha celebración no tenía razón de ser y que los amigos prmistas más bien se hicieron esclavos de su fanatismo y pasión desbordada.
De entrada, los resultados que presente una encuesta a más de siete meses de un proceso electoral no deben ser tenidos como una proyección real de lo que va a ocurrir el día de las elecciones. Recordemos que en el 2020 el Presidente Abinader se, apenas tres meses antes de las elecciones, se mantenía en un segundo lugar con una diferencia de alrededor de quince puntos de quien encabezaba las encuestas en ese momento, el Lic. Gonzalo Castillo, y finalmente Abinader ganó las elecciones con un amplio margen a su favor.
En una encuesta, que conforme algunos hallazgos detectados en la versión anterior, fue patrocinada por el gobierno, el reconocerle a la oposición más de un cuarenta por ciento (40%), sin haber proclamado aún la esperada alianza RESCATE-RD, es para poner a pensar al gobierno sobre el peligro que dicha alianza opositora pudiera representar para sus pretensiones reeleccionistas.
Ello sin contar con el margen de error de alrededor de un tres por ciento (3%) por cada partido (PLD/FP), con el cual juegan a su favor siempre los patrocinadores de la encuesta, pudiendo llevar ese 40% a un 46 %.
Pero lo más preocupante para el PRM debe ser el alto porcentaje de indecisos (más de un 20%) que reflejan casi todas las encuestas serias, y que inexplicablemente las últimas versiones presentadas por Gallup lo han estado obviando.
Indudablemente que ese voto indeciso, en su gran mayoría, es un voto opositor al gobierno. Constituye la franja de votantes que aún no se deciden entre el PLD y la Fuerza del Pueblo. Y son los mismos que en el 2020 prefirieron no votar hasta esperar la segunda vuelta para decidir luego entre Leonel o Gonzalo, dando lugar ello a que pudiera colarse Luis Abinader en primera vuelta.
Les exhortamos a los amigos del PRM a que dejen a un lado la euforia y el triunfalismo, y se dediquen a trabajar duro en pro de la reelección del Presidente Abinader, en unas condiciones económicas del país que no son nada favorables a sus pretensiones.
A la oposición, sugerirle evitar por todos los medios lo ocurrido en las elecciones del 2020, en donde hubo una abstención nunca vista de alrededor de un 45 %, provocada en gran parte por la indecisión, en ese entonces igual, de votar entre el PLD y la FP hasta esperar la segunda vuelta, que nunca llegó.
