La fiscal titular Rosalba Ramos Castillo, quien estuvo acompañada de los fiscales Julio Sabba Encarnación y Manuel Aquino, dijo que el ministerio público está preparado para el conocimiento de la medida de coerción, al tiempo que invitó a todos los querellantes a acudir a la próxima audiencia.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El juez Rigoberto Sena, del juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional aplazó para el 8 de julio la solicitud de prisión preventiva en contra del abogado Johnny Portorreal, acusado de haber estafado a más de 283 personas con la promesa de una herencia millonaria de la familia Rosario.
El magistrado receso la audiencia para el próximo viernes a las 9:00 de la mañana, tras acoger un pedimento presentado por el abogado del imputado, José Calazans Mateo, quien pidió tiempo para preparar su medio de defensa.
Esto debido a que la Fiscalía del Distrito Nacional presentó más de 600 pruebas y que depositó la instancia de solicitud de medida de coerción pasado la 5 de la tarde del jueves, por tal razón la defensa entendía que necesitaba tiempo, al igual que el ministerio público para convocar a todas las víctimas de este proceso, que son más de 250 personas”.
“Nosotros hemos sido apoderados ayer tardecita de este expediente. Eso lo depositaron prácticamente casi en la noche, por lo que nosotros no tenemos conocimiento de ninguna pieza de ese expediente, de la acusación ni nada”, dijo el abogado Calazans Mateo.
La fiscal titular Rosalba Ramos Castillo, quien estuvo acompañada de los fiscales Julio Sabba Encarnación y Manuel Aquino, dijo que el ministerio público está preparado para el conocimiento de la medida de coerción, al tiempo que invitó a todos los querellantes a acudir a la próxima audiencia.
De su lado, Lourdes Reyes, representante de los querellantes y actores civiles, dijo que Portorreal debe ser acusado por estafa y violación de la ley de arma, lavado de activos. Afirma que faltan más imputados. El acusado fue visto sonriente a su entrada y salida del tribunal, haciendo señales de salutación con sus dedos, y pidiendo a los querellantes que se fueran a trabajar.
