MANILA.- El Grupo de Seguridad Presidencial de Filipinas anunció este lunes medidas preventivas para garantizar la salud del presidente Rodrigo Duterte, entre ellas la prohibición del contacto físico con el mandatario en actos públicos, así como con su familia.
“Personalidades que se espere que estén cerca del presidente en reuniones y eventos serán antes examinadas para detectar cualquier enfermedad o síntoma relacionado con el COVID-19”, indicó en un comunicado el jefe de seguridad del presidente, Jesus Durante.
Duterte, de 74 años, también declaró hoy el estado de emergencia de salud pública nacional por el brote de coronavirus después de que se hayan registrado los primeros casos de transmisión local en el país, con diez casos confirmados en total.
Filipinas registró solo tres casos -todos turistas chinos- al principio del brote, pero desde el pasado viernes las autoridades sanitarias han confirmado siete nuevos casos, entre ellos enfermos sin historial de viajes al extranjero.
Casi todos los nuevos casos se concentran en el área metropolitana de Manila, según confirmó hoy en rueda de prensa el secretario filipino de Salud, Francisco Duque.
ALERTA EN CÓDIGO ROJO
El Departamento de Salud elevó sus sistema de alerta por el COVID-19 a código rojo durante el fin de semana y recomendó al Gobierno que declarara la emergencia sanitaria, documento que Duterte firmó ayer domingo y se ha publicado hoy.
La declaración, además de facilitar la movilización de recursos, implica sanciones a aquellos enfermos o sospechosos de haber estado en contacto con el coronavirus que se nieguen a someterse a cuarentena.
También se han suspendido las clases en numerosos colegios de Manila y prohibido eventos y actividades que pudieran congregar a grandes aglomeraciones de gente.
Duque señaló hoy que su departamento está preparado para enfrentarse a una situación de transmisión comunitaria sostenida, un riesgo elevado en Manila, donde millones de personas viven hacinadas en barrios insalubres, ante las críticas de la población civil y grupos de la oposición que temen que haya miles de casos sin reportar o detectar en el país.
Los casos de personas infectadas con el COVID-19 también han aumentado durante los últimos días en otros países del Sudeste Asiático con la ciudad-Estado de Singapur a la cabeza (con un total de 150 casos confirmados), seguida de Malasia (con 99), Tailandia (con 50) y Vietnam (con 29).
Pata contener el brote, Vietnam suspendió las rutas aéreas con China, mientras que Singapur y Malasia han suspendido los visados para viajeros procedentes del gigante asiático o de Corea del Sur (el segundo país con más casos después del gigante asiático), y Tailandia está pidiendo un certificado de salud a visitantes procedentes de países especialmente afectados.
FUENTE:elnuevodiario