Por; Pastor Benny Sánchez.
En una tierra de Dios, no se le da culto al diablo ni a sus demonios, ni se regocijan con ellos, como sucede en muchas de las comparsas. Al diablo y a sus demonios se les reprende no se les celebra.
En una tierra de Dios, no se promueve la brujería, ni la hechicería, ni el vudu o magia negra, como lo hacen algunas de las comparsas, sólo hay que tener fe en Cristo.
En una tierra de Dios, no se le da lugar a la idolatría ni a la santería, sólo se promueve la adoración a Dios.
En una tierra de Dios, no se toman días para promover el libertinaje, las borracheras y otros pecados de la carne, sino la santidad del espíritu, alma y cuerpo.
¿Entonces en una tierra de Dios, no hay lugar para la creatividad?
Claro que si, pero no para aquellas cosas que nos alejan de Dios y nos vuelcan al maligno.
Se pueden hacer comparsas o carrozas con elementos que edifiquen y enriquezcan a toda la población, por ejemplo de:
-La Fauna
-La Flora
-El sistema solar
-Cuidado del medio ambiente
-Hechos relevantes de la historia
-La familia
-La educación
-La salud
-Etcétera, etcétera…
Por eso, todos los que somos cristianos responsables, no apoyamos la manera en la que se hace el carnaval en este municipio, aunque tenga muchos seguidores y auspiciadores, porque no representa los valores del Reino Dios.
Cada vez que esto se hace en este municipio, se genera una carga espiritual negativa que provoca lamentables situaciones, las cuales tenemos que estar reprendiendo.
Hay que orar para que San Juan de la Maguana, sea realmente una tierra de Dios!
¡Oh Dios, abre los ojos de este pueblo para que se de cuenta que no todas las cosas que se hacen a nombre de la cultura o la creatividad es de tu agrado!
