El COVID-19 incrementó de manera indirecta las afecciones en la piel, por el impacto psicológico provocado en las personas y el uso continuo de mascarillas, aseguró la médica estética, Katherine Almonte.
A través de una nota de prensa, la doctora indicó que el estrés vivido en los últimos meses, a raíz de los cambios sociales, se refleja en el rostro, el cuero cabelludo y la dermis, con la aparición de brotes frecuentes, característicos de piel acneica, tales como pústulas (espinillas), comedones o puntos negros, así como manchas, debido al pobre uso del protector solar y la piel reseca.
En ese sentido, recomendó que las personas retomen sus rutinas de tratamiento y cuidado de la piel, bajo las medidas sanitarias establecidas por las autoridades para evitar la propagación de la enfermedad respiratoria.
Almonte explicó que la piel es una parte sensible del cuerpo humano que debe ser tratado para mejorar la salud de manera integral.
Llamó a la población a consultarse con médicos certificados a fin de garantizar una evaluación científica y tratamiento adecuados.
La doctora dijo que las personas pueden asistir a sus consultas cumpliendo las medidas sanitarias de higiene, uso de tapa bocas y distanciamiento físico.
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