Al parecer, aquí se está olvidando que el potencial riesgo de contagio con un regreso a clases prematuro sería el mismo, aunque estuvieren vacunados todos los maestros.
Si toda la población no está vacunada, los niños procedentes de hogares afectados por el virus serán un vector que propagará la enfermedad en nuestras aulas hacinadas de 50 y 60 estudiantes*.
Si algo sale mal, solo tendremos 15 días para ver los efectos y esto es muy poco tiempo para terminar el proceso de vacunación y al mismo tiempo atender cualquier brote que surja.
Lo más prudente, entiendo, sería que el Estado se dedique a completar el proceso de vacunación en toda la población. Y que el nuevo año sea abierto el sistema educativo, con la vigilancia y las precauciones de lugar.
Por; Wilson Roa.
Padre de estudiantes del sistema público y del privado.
y Profesor del sistema de educación pública de la Rep. Dom.