Por: Rubén Moreta
Este lunes 11 de enero se conmemora el 182 aniversario del natalicio del Gran Maestro de América Don Eugenio María de Hostos.
Hostos, el más ínclito de los educadores del continente, nació en Río Caña, próximo a Mayagüez, Puerto Rico, el 11 de enero del 1839. Fue el apóstol de la iluminación dominicana; el pedagogo rebelde; el sociólogo impulsor del cambio y el filósofo del compromiso con la libertad e independencia de los pueblos del caribe y américa.
Hostos fue un sembrador de la crítica y la razón, un moralista acrisolado, un procero cultor de la emancipación y el más genuino profeta de la concienciación a través de la escuela.
Fue un peregrino que caminó los confines del continente latinoamericano esparciendo esperanza y sueños con su palabra y escritos, atreviéndose a denunciar la esterilidad del dogma religioso en los procesos educativos, a renegar de la influencia del catolicismo en el mundo escolar y políticamente, fue un propulsor de la unidad antillanista y del antimperialismo.
A pesar de su fecunda labor y sus aportes tangibles a la revolución cultural de República Dominicana, su figura y su modelo educativo son ignorados.
Hoy recordamos con fruición a Hostos, el singular y trascendente educador de América, en el 182 aniversario de su natalicio. Loor eterno.
El autor es Profesor UASD.
