Por: MARINO BAEZ.
“La ambición es el objeto del pillaje y tiene como fundamento maldecir los ideales de todos aquellos que son críticos del despilfarro en la administración pública”, en cambio, cogerse lo que no es de su pertenencia lo convierte biográficamente en un ladrón que por tener el poder y las leyes a su favor siempre actúa a la defensiva en contra del que defiende los intereses de la patria.
En ese ámbito se estila la forma de gobernar del presidente Danilo Medina y su Partido de la Liberación Dominicana (PLD), emulando la máxima de que “el poder es para usarlo”, renegando los principios morales y de familia con injusticias y privilegios.
Los peledeista han comprado muchas conciencias para justificar la corrupción, sin embargo, se le ha hecho muy difícil comprar los principios de los periodistas que sienten con apego por la nacionalidad y el buen uso de los recursos públicos, principalmente los profesionales de la comunicación que pernoctamos en el extranjero y que no tenemos apoyo de ningún político, ni allá, ni aquí, excepto el apoyo de nuestra familia.
Al gobierno de Danilo Medina y su PLD sólo le falta; y debería hacerlo, contratar una firma de sicarios para que nos callen la boca y nos desaparezcan como lo hizo Joaquín Balaguer con los periodistas Orlando Martínez, Goyito y Narciso González (Narcisazo), entre otros.
Le exhorto a Danilo Medina y su PLD, emular los principios de los gobiernos de Fidel Castro y Nicolás Maduro (Cuba y Venezuela), donde solo existen los medios que defienden sus malditos intereses y el robo administrativo del Estado.
El sometimiento a Marino Zapete, un periodista de principios morales que dice la verdad apegado a las leyes y sustentado en la Constitución Dominicana, es el inicio de una dictadura que vulnera y está en contra de la libre expresión y difusión del pensamiento, caso que debe ser llevado a la Corte Internacional de Justicia y ventilado en la Corte Internacional de los Derechos Humanos, a través de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa).
Si Danilo Medina y sus funcionarios no quieren ser criticados y desenmascados por el robo de los recursos públicos tienen dos razones para lograr sus objetivos: 1. administrar con principios el Estado, sin considerarlo una parcela de su propiedad y 2. cerrar todos los muros informativos existentes en las redes sociales, los cuales denuncian las malas acciones de su gobierno.
Los gobiernos del PLD son muy parecidos a los de Rafael Leónidas Trujillo Molina y Joaquín Balaguer, con la diferencia de que los dos últimos eran reincidentes matando y desapareciendo periodistas y este (PLD), si no lo puede comprar los somete a la justicia, aprovechando sus influencias debido a que tienen la sartén por mango y el mango también.
En definitiva los dominicanos estamos dirigidos por un gobierno que además de corrupto, oportunista e incapaz para dirigir el Estado, tiene la nación secuestrada, sumergida en el subdesarrollo, donde ministros, fiscales, jueces y legisladores están combinados para llevárselo todo sin dejar nada.
Las esperanzas de los dominicanos están cifradas en las elecciones congresuales, municipales y presidencial, pautadas para el 16 de febrero y 20 de mayo, respectivamente, donde podrán ejercer el derecho al voto masivamente contra el actual gobierno y su candidato presidencial, el cual ha dejado bien claro con su discurso barracudo que el marketing político de hoy en día es una vergüenza.
