Por: Jose Espinosa Feliz
Uno de los sentidos que tiene la vida es su heterogeneidad. Parte de esa diversidad la ofrece la naturaleza al ser humano. Conseguir una región, ir por una carretera y ver paisajes agretes, llanuras que se arrastran en el horizonte, y al final empinarse hacia las alturas llena de verdes follajes, donde se abrazan en solidaridad y armonía. Eso lo muestra recorrer los caminos del sur.
En el sur se encuentran dos Polos Turísticos. El cuarto, integrado por la Región Enriquillo: Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales, y el octavo, por Azua y Bani. Declarar una zona como polo turístico, no es más que oficializar de parte del gobierno, la importancia o el potencial que tiene cualquier lugar para el desarrollo turístico, cultural y económico; de esa manera incentivar el desarrollo de infraestructuras para mejorar el modo de vida de sus habitantes.
Contraste
El sur lo tiene todo, sí… lo tiene todo: guasábaras y tierras agretes que dan uvas, cactus y maderas preciosas que adornan la existencia; llanuras de tierras fértiles que producen habichuela, arroz, guineos, plátanos. Extensos cafetales que enverdecen sus paisajes y altas montañas con grandes árboles, que acogen la biodiversidad de plantas y otras especies. Este contraste también se disfruta con la variedad del clima, desde el intenso calor a la temperatura más fresca y acogedora.
La riqueza minera está presente en sus tierras. Recursos explotados como: Sal, yeso y Larimar en Barahona; en Pedernales, la Bauxita, y otros yacimientos importantes sin explotar.
Un recorrido por el sur es refrescante, en cada espacio se encuentra un punto de atracción: Una bifurcación en el 15 de Azua, en un giro a la derecha y disfrutar de todos los lugares de San Juan, incluyendo la hermosa vista de la presa Sabaneta.
Luego por la carretera San Juan- Barahona, un recorrido por el Lago Enriquillo resulta inolvidable, encontrarse con manantiales de aguas frescas (Las Marías en Neiba, Boca de Cachón), y otros que congelan el alma, como las Barias en la Descubierta; así mismo, aguas saladas y azufradas. Otro atractivo de la zona son las caritas de los indios con una impresionante vista hacia el Lago.
En camino hacia el Municipio de Polo, se encuentra el “Polo Magnético”, una contradicción a lo normal que pone a volar la imaginación. una ilusión óptica que choca y rompe con las leyes naturales. Este municipio con altura alrededor de 700 metros sobre el nivel del Mar y frías montañas, que sobrepasan los 1,500 metros; además se caracteriza por el calor humano de su gente. En el recorrido se puede observar una hermosa vista de la Laguna de Cabral.
Al recorrer la costa sureña, desde Barahona a Pedernales, cualquier ser humano queda impresionado por su inigualable hermosura, por las extensas longitudes de playas y ríos que besan sus aguas; así como avistar el Mar desde las alturas, su máxima perfección se expresa con espectros de colores azules y verdes amalgamados que de emoción hinchan el alma.
Parques nacionales José del Carmen Ramírez, Jaragua y Bahoruco, con una gran biodiversidad donde se encuentran abundante vegetación, aves, orquídeas endémicas y otras importantes especies. También podemos encontrarnos con la Laguna de Oviedo donde habitan aves nativas y endémicas.
Y si algunas dudas al final quedan, nadie podrás resistirse ante la impresionante vista del “Hoyo de Pelempito” y de las inigualables bellezas de las playas “Bahía de las Águilas” que abrazarán tu corazón, dejándote impregnado la imagen de un Sur que lo tiene todo…
Sur…
Me vuelve loco tu heterogénea
hermosura,
tus contornos, tus accidentes,
tus llanuras,
tus triángulos y tus imperfecciones
que parecen perfectas.
Mar, ríos…
montañas verdes y montañas incoloras,
llanuras llenas de tierras fértiles,
y aquellas que cuartean su piel…
en la que crecen cactus y guayacanes,
que también adornan la existencia.
Un Sur que espera por mejor suerte, y espera que las autoridades pasen de las palabras a los hechos.
Fuente: elnuevodiario
