Santo Domingo:
Familiares de las víctimas no pudieron controlar el llanto cuando Amauris Cabrera, acusado de integrar una red de sicarios, que encabezaría Arsenio Quevedo y el regidor Erickson de los Santos Solís, admitió su participación en la muerte de dos chóferes de Fenatrano ante los jueces del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
El imputado, al declarar en la audiencia presidida por la magistrada Yissel Soto, declaró que dio muerte a Ángel Javier y Overnys Guerrero, quienes pertenecían a la ruta de transporte público “El Toro”, cuya parada está en la calle Ana Valverde, esquina Juana Saltitopa.
Declaró que de las siete balas, que tenía su arma de reglamento, solo utilizó dos, durante el alegado “confuso incidente”, en el que resultó muerto Javier y Guerrero.
De inmediato, Francisca Torres, madre de Ángel Javier, no pudo ocultar su dolor y estalló en llanto al escuchar al imputado admitir su participación en la muerte de éste.
Mientras que Ercilia Félix, madre de Kelvin Félix, otra de las víctimas, denunció que, cada vez que ella daba declaraciones a la prensa, los imputados Amauris Cabrera y Octavio Reynoso la mandaban a amenazar con matarla.
En ese momento, la audiencia tuvo que ser recesada por 20 minutos, ya que a Torres le siguieron otros familiares de las víctimas que también comenzaron a llorar.
Otro implicado en el proceso es Felix Lora de Jesús, quien se encuentra prófugo y se presume escapó a Puerto Rico.
Torres fue asesinado de varios disparos, el 14 de enero del 2015, en la avenida Juana Saltitopa con Ana Valverde. Mientras que Kelvin Féliz resultó muerto el 17 de enero de ese mismo año.
En la audiencia, recesada para hoy jueves, el Ministerio Público, al concluir con su discurso de cierre, pidió al tribunal condenar a 30 años de prisión a Erickson de los Santos Solís, Cristino Batista y Amauris Cabrera. También a 20 años de prisión a Arsenio Quevedo y Danilo Octavio Reynoso.
