SANTO DOMINGO.- En el conocimiento de medidas de coerción a los imputados de la Operación Coral, la pastora Rossy Guzmán expresó que estando en prisión “se siente vulnerable” por no tener el tiempo suficiente para defenderse.
Esta expresión la sustentó en un recurso de oposición que busca que la jueza Kenya Romero aplace el conocimiento de las medidas de coerción a fin de que imputados y abogados tengan el tiempo necesario para leer la larga acusación.
En un escueto discurso de un minuto, Guzmán expresó que sus abogados deben sopesar en la acusación de las autoridades y, por tanto, el tiempo otorgado se le hace poco.
Guzmán está acusada de presuntamente ser la testaferra principal de Adán Cáceres y de manejar sus fondos a través de sus múltiples empresas articuladas con fondos alegadamente ilícitos.