El senador Iván Silva, miembro de la comisión encargada de evaluar a los aspirantes a la Junta Central Electoral (JCE), catalogó como “caras duras” a los actuales titulares del organismo electoral por tener la “osadía” de presentarse ante las evaluaciones para ser rectificados en sus puestos.
Expresó que a estos “caras duras no les ha ido muy bien en esta comisión”, y que para él están descalificados desde un inicio.
La presidenta interina de la comisión, Faride Raful, aseguró que es un criterio personal del senador por los hechos sucedidos en las pasadas elecciones del 16 de febrero.
En ese mismo orden, Silva explicó que son “caras duras”, debido a que son los responsables de las fallidas elecciones, de la ineficiencia y poca efectividad de la JCE y que hasta el momento no han podido dar una respuesta clara a ninguno de los cuestionamos que se les realizó durante las evaluaciones.
“Personalmente no los voy a considerar, eso lo pueden jurar como lo hacen la mayoría de los dominicanos, esas gentes son responsables de la desconfianza que tiene el pueblo sobre la JCE”, señaló Silva.
Iván Silva, quien es senador por la provincia La Romana, desde el inicio de las entrevistas ha sido cuestionado por la forma en la que realiza sus preguntas, actitud que ha sido calificada por algunos de los entrevistados como “toscas” y su personalidad como “malhumorada”.
Los actuales titulares de la JCE que se han entrevistados para ser rectificados son Carmen Imbert Brugal, quien desde un inicio expresó que al momento del fallo en los equipos estaba en Santiago supervisando los municipios que les fueron asignados como es lo normal en unas elecciones.
Aseguró que jamás se enteró de lo que estaba sucediendo con esos equipos y que el 17 de febrero en lo que ella cataloga como un “juicio político”, que se les realizó a los miembros de la JCE durante nueve horas, se informó que tanto los integrantes de la misión de la OEA como los técnicos de la junta sí lo sabían y pretendían resolverlo como se hiciera en otra región que presentó el mismo problema.
Mientras que el director de Elecciones, Mario Díaz, explicó que estaba al tanto de lo que ocurría, pero que no lo notificó de inmediato porque pensó que lo podía resolver a tiempo.
Al igual que Imbert, Rosario Altagracia Graciano dijo que nunca supo de los fallos que tenían los equipos hasta que fueron canceladas las elecciones.
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