“Tenemos que hacerlo, porque si no se mueren de hambre, porque el gobierno está hablando, pero no hace lo que tiene que hacer”, justificó una de las mujeres que se encontraba a espera de que la dejaran pasar a la cárcel de La Victoria este lunes.
En las largas filas, las personas cargaban con fundas de alimentos crudos y cocidos para entregárselas a sus familiares que se encuentran recluidos. Para el ingreso de los alimentos no se tomaba ninguna medida de desinfección. Algunos de los que llevaban los alimentos justifican que deben hacerlo para que sus parientes no mueran de hambre.
En la fila, otra mujer aseguró que hay personas que logran entrar y juntarse con los presos si “le mojan la mano a los policías”, refiriéndose a supuestos “soborno” que se dan en esa cárcel.
Ante esta situación, las personas que residen en la periferia del penal han manifestado su preocupación de que el virus se pueda expandir fuera de las barreras de esa cárcel.
Varios lugareños que hablaron con Diario Libre expresaron inquietud debido a que muchos de los policías que trabajan en el penal, viven en los barrios que están alrededor del recinto y dicen que estos están muy expuestos.
También manifestaron que hay muchos adultos y niños que se sustentan de hacer negocios y mandados con los presos de La Victoria y que todos los días se exponen a contraer el virus.
Llamaron a las autoridades a tomar más medidas dentro y fuera de la cárcel para evitar que el coronavirus siga propagándose.
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