El Partido Revolucionario Moderno (PRM) apuesta a las grandes plazas para impactar en los comicios del próximo 16 de febrero frente a la maquinaria oficialista del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
A 24 días de ese primer combate electoral, el PRM busca retener el Distrito Nacional, que supera el 11% de electores con su secretaria general Carolina Mejía, y ganar Santo Domingo Este, con más de un 22%, con Manuel Jiménez, como primeros y mayores trofeos de las próximas elecciones.
El PLD, de su lado, confía en “arrasar” y obtener una mayoría de cargos por los frutos de su logística y su ejército electoral, aún reducido por la salida de dirigentes hacia la Fuerza del Pueblo, que tiene como su figura principal al exalcalde del Distrito Nacional, Jhonny Ventura.
“Los perremeístas deben votar por nuestros candidatos a alcaldes y directores como si fuera por mí”, decretó Luis Abinader en una asamblea con los candidatos del PRM.
El principal partido opositor también busca nuclear el voto contrario al PLD para enfrentar al alcalde de Santiago, Abel Martínez, con la candidatura a alcalde del actual diputado Ulises Rodríguez.
El desgaste
Otro punto al que apuesta el PRM es al desgaste de la marca PLD tras 16 años consecutivos de gobierno, y a la división de esa organización tras la salida del expresidente Leonel Fernández tras la crisis post primarias del 6 de octubre.
Además, el PRM tiene como meta ganar San Cristóbal con José Montás, hermano del presidente del PLD, Temístocles Montás, donde se enfrenta al actual alcalde Nelson Guillén, del PLD.
Otras plazas que busca retener el PRM son San Francisco de Macorís, La Vega, Nagua y Moca.
Asambleas regionales del PLD
El PLD anda a todo vapor y el ministro Administrativo de la Presidencia y miembro del Comité Político, José Ramón Peralta, dirigió asambleas de trabajos electorales en Santo Domingo Este, Hato Mayor y Monte Plata. El PLD detalló que los coordinadores de campaña regionales, quienes son miembros del Comité Político, convocaron asambleas municipales con los candidatos, la dirigencia partidaria, mientras la Dirección Electoral monitorea el Plan Electoral.
