Takeaki Hidaka (Don Tony) era un reconocido empresario de Jarabacoa, comunidad que lo acogió desde que la familia llegó al país en la década de los años 50.
Don Tony, como le decían en esa ciudad, era una especie de “embajador” entre el gobierno de su nación de origen y República Dominicana, canalizando ayuda para el pueblo de Jarabacoa.
Los comunitarios lo definieron como un hombre de bien, que luchaba por las causas sociales de su comunidad.
La familia Hidaka llegó desde Japón a mediados de los años 50 y se radicó en Jarabacoa y Constanza. Fue la responsable de impulsar la agricultura con nuevas técnicas, sobre todo en el arroz, los vegetales y otros cultivos que se producen en la zona.