Se establecen líneas de combate sobre inmigración legal en EE.UU.

EE.UU_La batalla por el futuro de la inmigración legal en EE.UU. alcanzará un punto crítico durante los próximos días debido al intento del presidente Donald Trump de poner fin a lo que él llama “migración en cadena”.

Después de que un acuerdo presupuestario bipartidista pusiera fin a un breve cierre gubernamental la semana pasada, la Cámara de Representantes y el Senado ahora analizarán el futuro de los “Soñadores”, los jóvenes inmigrantes indocumentados que llegaron a EE.UU. cuando eran niños, así como el de las reformas migratorias más amplias que pudieran transformar por completo la forma en la que Washington le permite la entrada a inmigrantes legales al país.

La inmigración fue uno de los temas clave en los desacuerdos entre los demócratas y los republicanos que condujeron al cierre, y el acuerdo presupuestario no ofreció una manera de acabar con el punto muerto en relación con el destino de los Soñadores.

El Sr. Trump ha respaldado un proyecto de ley en el Senado cuyo objetivo es reducir a la mitad el número de inmigrantes legales que entran a EE.UU. limitando los miembros de la familia que un ciudadano estadounidense, o titular de una tarjeta de residencia permanente, puede patrocinar. Una medida como ésta revocaría cinco décadas de consenso político en el que a los inmigrantes con familias en EE.UU. se les da prioridad.

“Bajo el descompuesto sistema actual, un solo inmigrante puede traer un número virtualmente ilimitado de parientes lejanos”, declaró el Sr. Trump ante los aplausos republicanos y los siseos demócratas durante su discurso sobre el Estado de la Unión el mes pasado. “En nuestro plan nos enfocamos en la familia inmediata al limitar los patrocinios a los cónyuges y a los hijos menores de edad. Esta reforma vital es necesaria, no sólo para nuestra economía, sino también para nuestra seguridad y para el futuro de EEUU”.

Los demócratas se oponen a la propuesta de ley republicana, la cual pudiera presentarse ante la Cámara tan pronto como este mes. Ellos han abogado en nombre de dos proyectos de ley bipartidistas, actualmente en discusión en la Cámara de Representantes y en el Senado, los cuales proporcionarían amnistía a los Soñadores y fortalecerían la seguridad fronteriza, pero no proporcionarían fondos para el muro fronterizo del Sr. Trump ni cambiarían la inmigración legal.

Paul Ryan, el presidente de la Cámara, ha indicado que no presentará un proyecto de ley de ese tipo porque no cree que el presidente lo firmaría.

Los defensores de la inmigración han acusado al presidente de extender sus ataques contra los inmigrantes ilegales al también incluir a los legales distorsionando cómo funciona el sistema de inmigración basado en nexos familiares.

Antes del Sr. Trump, pocos republicanos seriamente discutían reducir la inmigración legal, comentó Alex Nowrasteh, un analista de política de inmigración en el Instituto Cato, un grupo de expertos de tendencia libertaria. “La idea de que esto ahora se ha convertido en un tema central muestra cuánto ha cambiado el partido durante los últimos años”.

Las encuestas muestran una nación dividida en relación con el tema. Los demócratas señalan una encuesta realizada en junio de 2017 por Gallup que reveló que el 62 por ciento de los estadounidenses, incluyendo un 49 por ciento de los republicanos, deseaba que los niveles de inmigración en EEUU aumentaran o se mantuvieran en sus niveles actuales. Éste representa un drástico cambio de la posición de mediados de la década de 1990 cuando aproximadamente dos tercios de los estadounidenses querían niveles más bajos de inmigración.

Sin embargo, la Casa Blanca cita una encuesta de Harvard-Harris de enero de 2018 en la que cuatro quintos de los encuestados respondieron que la prioridad debería ser “la capacidad de una persona de contribuir a EE.UU. medida por su educación y por sus habilidades”, en lugar de si esa persona tenía familiares en EEUU.

Mark Krikorian, quien asesoró al Sr. Trump en asuntos de inmigración y es director ejecutivo del Centro de Estudios Migratorios — el cual respalda restricciones más estrictas en la inmigración — dijo que la encuesta de Harvard-Harris había mostrado que mientras los republicanos centristas abogaban por reformas más moderadas durante el último proyecto de ley bipartidista del Congreso sobre inmigración en 2013, los votantes republicanos tenían una opinión completamente diferente.

“La desconexión entre los puntos de vista de la élite y las opiniones del público es la razón por la cual tienes a Trump. El Partido Republicano, particularmente en materia de inmigración, pero también en comercio, estaba fuera de sintonía con sus propios votantes”.

Los demócratas están contraatacando. Cecilia Muñoz, quien ayudó a crear la política de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) de la cual son los Soñadores los beneficiarios, dijo que el Sr. Trump estaba tratando de obtener apoyo para reinventar el sistema de inmigración estadounidense completo. “No tienes que elegir entre un sistema basado en los nexos familiares y una inmigración basada en el mérito. Puedes tener ambas cosas”.

Mientras que otros países como Australia y Canadá han adoptado un sistema de inmigración basado en el mérito, EEUU distribuye más tarjetas de residencia permanente por razones familiares que por empleo, con la creencia de que atraer a más familias, en lugar de a más trabajadores inmigrantes, era mejor para el tejido social. Según el Departamento de Seguridad Nacional, aproximadamente dos tercios de las tarjetas de residencia distribuidas entre 2007 y 2016 se otorgaron a inmigrantes cuyos familiares estadounidenses habían solicitado su ingreso.

Los titulares de la tarjeta de residencia estadounidense pueden patrocinar a sus cónyuges e hijos no adultos para que vengan a EEUU con ellos, mientras que los ciudadanos estadounidenses pueden solicitar que a sus padres, a sus hermanos y a sus hijos adultos se les otorgue residencia en EEUU.

En la práctica, sin embargo, esos padres y hermanos e hijos adultos probablemente esperarán años antes de que su solicitud sea examinada, lo cual significa que pasarán décadas antes de que los miembros de la familia puedan patrocinar a sus propios familiares en el tipo de ‘cadena’ que el Sr. Trump describe.

“Esas categorías de visa están tan atrasadas en este momento, dependiendo del país del que provengan, que puede tomar de diez a 20 años para que esa persona llegue a EEUU”, dijo Romy Kapoor, un abogado de inmigración en Atlanta.

En enero, el Departamento de Estado solamente estaba revisando las solicitudes de hermanos, padres e hijos adultos que se presentaron el 22 de junio de 2004 o antes de esa fecha. Para quienes están presentando solicitudes de Filipinas y de México, los dos países que producen la mayor cantidad de solicitantes, el tiempo de espera es más de dos décadas.

Fuente: www.diariolibre.com

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