Canadá.- Canadá anunció este viernes la firma de un nuevo contrato para la adquisición de 76 millones de unidades de una futura vacuna contra el coronavirus que será producida por la compañía canadiense Medicago, lo que eleva a 358 millones las dosis compradas a diferentes farmacéuticas.
Además de los 76 millones de dosis de la vacuna de Medicago, que está desarrollando el medicamento con la británica GlaxoSmithKline, con anterioridad Canadá firmó contratos para la compra de las vacunas de AstraZeneca, Johnson & Johnson, Novavax, Sanofi, Moderna y Pfizer.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró que las primeras dosis de las vacunas compradas por Canadá podrían estar disponibles a principios de 2021, aunque la distribución masiva a la población tardaría más tiempo en llegar.
“Hemos trabajado mucho para asegurar que podamos tener acceso a vacunas cuando sean descubiertas. Hemos firmado seis acuerdos con varias compañías de todo el mundo que están desarrollando posibles vacunas”, explicó Trudeau durante una rueda de prensa.
“Estamos esperando a que esas vacunas sean efectivas y seguras para los canadienses. Nada se distribuirá en Canadá hasta que el Ministerio de Sanidad tenga la certeza de que la seguridad de los canadienses está garantizada”, añadió el primer ministro.
Trudeau añadió que las vacunas no estarán listas hasta dentro de varios meses.
“Creo que es razonable esperar que estas vacunas empiecen a llegar a principios del próximo año pero serán pequeña dosis que serán distribuidas a las poblaciones prioritarias”, continuó.
Canadá destinará 214 millones de dólares canadienses (163 millones de dólares estadounidenses) para la compra de las vacunas desarrolladas domésticamente, entre ellas la de de Medicago, que es la primera posible vacuna en desarrollo en el país norteamericano.
Además, Ottawa invertirá 173 millones de dólares canadienses (132 millones de dólares estadounidenses) para que Medicago pueda construir en la provincia de Quebec una planta para la producción de vacunas.
Medicago, que cuenta con financiación del Pentágono estadounidense y en la que participa la tabaquera Philip Morris International, está desarrollando una vacuna que a diferencia de los productos de otras farmacéuticas usa plantas como base para su medicamento.
El resto de vacunas de las otras compañías utiliza productos animales o virus vivos.
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