Montenegro, que el 2 de junio proclamó el fin de la epidemia de coronavirus en su territorio, ha vuelto a reintroducir el estado de emergencia debido a un gran repunte de casos de COVID-19.
Montenegro -una pequeña república balcánica de 600.000 habitantes- es uno de los países más afectados de la región por la enfermedad, con 305 contagiados por cada 100.000 habitantes, según informó este miércoles la agencia montenegrina Mina.
A partir de este miércoles entran en vigor nuevas medidas de precaución contra la propagación del SARS-CoV-2, entre ellas, el uso obligatorio de mascarillas en espacios cerrados y algunos abiertos para adultos y niños mayores de siete años, con la excepción de playas y parques naturales.
También se limitan reuniones en lugares públicos abiertos a 40 personas y en espacios cerrados a 20, siempre respetando la distancia social mínima de dos metros.
Siguen en pie las prohibiciones ya adoptadas en semanas anteriores sobre la apertura de clubes nocturnos, la celebración de festejos de bodas y otras fiestas multitudinarias.
Las autoridades de Montenegro habían proclamado el fin de la epidemia el 2 de junio, después de no registrar un nuevo caso durante 28 días consecutivos.
Después de 42 días sin contagiados, el 14 de junio se registró un nuevo caso, y el número de infectados se disparó rápidamente.
Desde mediados de junio los casos en el pequeño país han aumentado hasta los 1.920 y se han registrado 26 muertos, cifras muy superiores a la primera ola, cuando se contabilizaron solo 324 contagiados y nueve muertos.
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