La víctima fue identificada como Max Andrés Romero, de 16 años, quien, según la versión policial, falleció como consecuencia del “fuego cruzado que ellos mismos provocaron”, en alusión a los que participaban en la marcha antigubernamental.
El adolescente se suma a los cientos de muertos que han dejado las protestas contra el Gobierno de Ortega desde abril pasado.
La Policía nicaragüense achacó el ataque a “grupos violentos que se habían convocado a una marcha llamada pacífica”, versión que fue rechazada por los organizadores y por los familiares de la víctima.
La Policía sostuvo que esos “grupos violentos” atacaron a familias y sus viviendas con armas de fuego, morteros artesanales y piedras en barrios populares ubicados al norte de la capital.
Agregó que realiza las investigaciones para determinar las responsabilidades de quienes convocaron “esta marcha violenta y terrorista, así como a los autores de estos actos criminales que responden a la fallida estrategia golpista”.