La producción de cine en República Dominicana es impresionante. Los rodajes no se detienen y los productores tienen poco espacio en el año para estrenar sus obras. Y lo que es peor, si se llegan a estrenar no tienen los recursos (quizás no asumen en el presupuesto para la publicidad) para que la audiencia, el fin último de una película, se entere de que está en cartelera.
Esto provoca que muchos filmes, algunos de calidad, sean obviados por los cinéfilos. Uno de los últimos que ha sufrido ese problema, es “La fiesta inolvidable”, dirigida por Francisco (Tito) Rodríguez y de la cual hablamos en esta edición, y cuyo estreno fue casi secreto el pasado 26 de diciembre.
A esta falta de publicidad de los estrenos se une el hecho de que muchas cintas, que tienen un interés artístico, sean puestas en pocas salas por los exhibidores y en horarios incómodos para la mayoría de la audiencia.
Los documentales
Peor suerte llevan los documentales, que no son considerados comerciales ni siquiera por los que lo hacen. Esto lo digo porque lo he vivido con algunos de los realizadores de obras de este género, que en los últimos tiempos han tenido un gran destaque en cuanto calidad.
Solo por mencionar “Nana”, de Tatiana Fernández, “Caribbean Fantasy”, de Johanné Méndez Terrero o “Blanco”, de Melvin Durán, que son de lo mejor de la filmografía local. En este mismo orden, el año pasado vimos cómo el documental “Cacú” fue proyectado de manera gratuita y en limitados pases. Esto, pese a la importancia que tiene el tema tratado en esta película dirigida por Marvin del Cid, en el aspecto ecológico y medioambiental, en un país como el nuestro, que tiene tanto todavía por hacer en esa área.
El cine documental y con pretenciones artísticas no es el más visto en ninguna parte del mundo, pero si se quiere que el incentivo de la Ley de Cine tenga razón de ser, que las producciones es lleguen al público, especialmente el local. Se debe exponer este tipo de cine al gran público para que conozca de diferentes géneros y propuestas de los cineastas de aquí. Si no, no tiene sentido que se inviertan tantos millones en esas películas para quedar olvidadas en algún disco duro.
FUENTE:listindiario
