República Dominicana: El fundador y presidente del Consejo de Administración de Peravia Industrial, Roberto Serrano Oms, falleció a la edad de 85 años en la ciudad de Weston, Florida.
Don Roberto, como cariñosamente le decían sus amigos, colaboradores y relacionados fue un empresario dedicado durante toda su vida a la actividad agrícola, al desarrollo de tecnologías para incrementar la producción del campo y en la industrialización de rubros agrícolas que permitieron la producción y comercialización de marcas tan importantes como La Famosa, Jajá y otras.
Con un trato afable para todo el mundo, logró cultivar grandes afectos con agricultores, jornaleros, ingenieros y con todas las personas que de alguna manera tenían contacto con él. Don Roberto, incansable ser humano que desde sus inicios, disfrutó a plenitud su trabajo durante su trayectoria de vida, dejando un gran legado para sus hijos y para las generaciones presentes y futuras.
Junto a su exitosa actividad empresarial, don Roberto, con gran espíritu de solidaridad, entrega y arraigada fe cristiana, ha contribuido con innumerables causas sociales, en pro del desarrollo de las provincias de Peravia y Azua. Sus grandes aportes en el campo de los deportes, culturales, religiosos y sociales.
Debido a esto, a lo largo de su vida fue reconocido por sus aportes a instituciones religiosas, deportivas, culturales y otras de la sociedad. Así mismo instituciones públicas y privadas dedicadas a la actividad productiva y comercial del país, reconocieron su valioso apoyo a la agroindustria nacional, muy especialmente relacionado al cultivo e industrialización del tomate, maíz y gandules, siendo además exaltado en el Pabellón de los Inmortales del deporte de la provincia Peravia como propulsor, lugar donde le fue otorgado el escudo de la ciudad y declarado hijo adoptivo.
Don Roberto Serrano Oms, fue un adalid de la producción nacional y un defensor eterno de la agricultura dominicana, sobre la cual creía que era la mejor opción que tenían los gobiernos para garantizar la seguridad alimentaria.
La pasión de don Roberto, su ingenio y creatividad seguirán vivos a través de sus familiares y colaboradores, a quienes siempre estimuló a cultivar valores como la confianza y el trabajo en equipo, haciéndolos parte fundamental del desarrollo de sus actividades.
Le sobreviven su esposa doña Francelia Pimentel y sus hijos, Margarita, Roberto, Virginia y José, y será recordado entre sus allegados como un hombre noble, sencillo, humilde, afable, conciliador y sincero.
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