POR: GUARIONEX LUPERON
En el 2020, Luis Abinader. Empresario y político joven, sin un encanto espectacular, logró construir una coalición de fuerzas sociales que aprovechó una coyuntura política de expectativas policlasista y subió a la presidencia.
En su mandato, tres decretos definen lo que va a hacer su gubernatura: el de Mirian Germán, Milagros Ortiz Bosch y Carlos Pimentel.
Al presidente le recordarán como el Gobierno de las persecuciones militares. De la dramaturgia jurídica y de una semiótica marina (larvas, pulpos, medusas, coral) y cibernética (5G) que sustenta la metaforización de cada una de las sagas del Ministerio Público que como ¨ Los griegos querían mitos, no historia. ¨
Para que no quede duda, mientras el poder adquisitivo de los dominicanos de clase media y pobres se desploma, con el disparo de la inflación anualizada a cifras récord que el gobernador del Banco Central Héctor Valdez Albizu no ha podido maquillar, mejor ha aumentado las tasas de interés en 50 puntos a favor de los ¨intereses de los acreedores¨ y en contra de la gente que ¨trabajan para vivir¨.
De la epidemia de los ¨fideicomisos¨ traspasando los bienes públicos a las élites y en medio de esta inflación que se chupa la canasta familiar y reduce el ¨salario real¨ de los dominicanos, la Cámara de Diputados aprueba la ¨reclasificación de los gastos¨ del Presupuesto General de Estado del 2021 en un periodo nunca visto.
Como dice el Premio Nobel de Economía Paul Krugman, sin medir ¨los efectos que tienen los cambios del gasto gubernamental sobre la producción y el empleo¨.
La Cámara Baja premia la ineficiencia pública, la falta de planificación, de coordinación y de capacidad de ejecución presupuestaria de ciertos ministerios y direcciones. Y el presidente en misa de cuerpo presente, en campaña releccionista, inaugurando funerarias y dándole su espaldarazo a la política anticorrupción, en un rito realizado en los talleres del Cuerpo de Seguridad Presidencial (CUSEP), escuchando al nuevo jefe en la rendición de cuentas del primer año.
En el informe o ritual -según describe el jefe de la seguridad presidencial- revela la sanación del cuerpo que estaba perdido. La restauración y despojo de los malos espíritus de la carne del CUSEP (la infraestructura). Durante el acto, el presidente como un chamán o behique listo para ¨Vigilar y castigar¨ se tiró la ceremonia del ave fénix. Una ritualización donde se escuchó hasta el ¨Estreno del nuevo himno de la institución¨ cómo lo hacia el ¨jefe¨ en aquellos tiempos memorables e infelices del culto a los césares.
Satisfecho con aquellos cantos de sirenas del director con la retórica de que se ha logrado el ¨saneamiento de la nómina¨ (qué iluso) y que se ha hecho ¨más obras con los mismos recursos¨. Como en los tiempos de los locutores balaguerista de ¨muñecas y bicicletas¨, en la ceremonia se entregó ¨botas y uniformes gratis para los militares¨ y otras tantas canonjías como la inclusión al ¨Plan de Viviendas Familia Feliz¨ (Dejen que los auditores políticos del próximo Gobierno auditen esas cuentas para que ustedes vean a donde se arrasca el puerco espín).
Un Gobierno de magistrados, de gente honorables y perfumados, pero como las grandes marcas que solo defienden su reputación. La notoriedad que les da el puesto. Les importa muy poco el Estado, el desarrollo del país, les importa su reputación. Igual a un ministro de Obras Públicas que estuvo en el primer periodo de Leonel Fernández, un hombre pulcro y honesto, pero no construyó ni una letrina de hoja de zinc o de madera costanera.
Asimismo, le va a pasar a este Gobierno, muchos anuncios de planes de obras y de ejecuciones rutinarias, de ¨visitas sorpresas¨ adornadas de encuentros planificados y furtivos, de palazos esperanzadores (estan hoyando la patria por todas partes), pero los funcionarios tienen miedo de tomar iniciativas, estan atemorizados, por las operaciones de estos funcionarios, del protagonismo del gobernante, de las granjas de ¨bots¨ que se pagan en las redes sociales y hasta de los reproches de la distinguida esposa del mandatario.
Abinader, un hombre que subió al poder con la aureola de que iba a desatar una gran ola de cambios. Personalmente creía que era el gobernante que iba a impulsar el ¨metaverso¨ dominicano, las ciudades inteligentes, el valor agregado de las grandes ciudades. Pero como va su gubernatura, le vamos a recordar como al presidente de las grandes olas de persecuciones militares y políticas.
El gran constructor de la semiótica jurídica mediática que destruyó el principio de inocencia de muchas personas. Porque cuando usted cae en uno de esos expedientes, aunque sea por error, o por maldad de alguien o por tener el mismo nombre del imputado, inmediatamente queda atrapado o incriminado en el esnobismo de nuestra posmodernidad jurídica: en la ¨red criminal de lavado de activos¨ y de la metaforización marina o cibernética.
El gran problema de la persecución a los militares es que esa caja de Pandora para que sea creíble tiene que llegar hasta la falda de la madre superiora, no se puede parar en los refajos de las monjitas. Ojalá algún día a un legislador dominicano se le ocurra introducir una ley sobre abuso de poder.
